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Emprendizajes Nº6: Inconsciente.
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Emprendizajes Nº6: Inconsciente.

¿El emprendedor es un acróbata? ¿Alguien que se lanza al vacío sin tener aún las alas del todo hechas? ¿Emprender requiere un poco de inconsciencia? ¿Y la física, tiene algo que ver con esto?

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Cuando era niño, me obsesionaba el circo, cada vez que visitaba el pueblo en verano, me acercaba con sigilo a la enorme tienda de colores para observar a los artistas. Payasos, trapecistas, domadores (aún los había) parecían haber elegido el camino del riesgo como profesión. El riesgo propio para admirar al público.

Mi preferido era el acróbata, pero en general todos me interesaban al punto de imaginar cómo serían sus vidas.

Ahora, desde la distancia, no puedo por menos que admirar con nostalgia aquel personaje y traerlo a este rincón para reflexionar sobre el tema que me propongo desarrollar en este capítulo: La inconsciencia.

El equilibrista utiliza el movimiento de la barra, que mide entre dos y cuatro metros, para mantenerse en la cuerda mientras realiza sus proezas. El uso de la barra le resulta fundamental para alcanzar lo que en física se define como “principio de estabilidad”, que es la capacidad de un objeto para mantener su posición o regresar a ella después de haber sido perturbado.

La flexibilidad, adaptabilidad y estabilidad son importantes en el emprendedor, porque el entorno en el que lucha por sacar su proyecto adelante es tan cambiante que ha de ser capaz de adaptar y al mismo tiempo dar estabilidad al proyecto si quieren llegar a la meta. Pero atención, que no siempre se trata de ir para adelante.

También es importante saber retroceder, aunque suponga echar por tierra meses de trabajo y escoger otro camino. El equilibrista da un paso atrás en la incertidumbre de su peso sobre la cuerda, mueve la barra para lograr ese efecto estable, y continúa su camino con lenta determinación.

StockCrowd; conscientes de ser el líder en España.

Sergi Pallarés, CEO de StockCrowd, la primera plataforma de Crowdfunding de España, reflexiona sobre el valor de emprender y el justo equilibrio entre la prudencia y la sana inconsciencia:

“La verdad es que es un tema que me ha hecho pensar un poco.

Es francamente interesante porque en general sobresalen muchas otras características del emprendedor, como podría ser la resiliencia, la adaptabilidad, la comunicación, el liderazgo. Todo esto seguramente está antes que la inconsciencia.

Pero creo que la inconsciencia forma parte del motor del propio emprendedor.

Si tú miras la definición de inconsciencia, dice: Estado o situación de la persona que ha perdido la consciencia o facultad de reconocer la realidad.

Entonces la inconsciencia tiene que ver con esto, con la facultad de perder un poquito la realidad y evaluar un problema real desde otro prisma para encontrar una solución innovadora.

La inconsciencia forma parte del emprendedor cuando arrancas, porque hombre, solo viendo las estadísticas de cómo van las Startups, pues ya parece que lo tengas todo en contra, por eso necesitas este punto de inconsciencia para decir oye, no, no, yo veo la realidad de otra forma y creo que puedo implementar algo que tenga sentido.

Y también forma parte del día a día, por ejemplo, cuando tomas una decisión de pivotar, a lo mejor si pones conciencia y ves la realidad, dices bueno, oye, mira, lo dejo. Y este pivotaje, pues a veces pensamos que es resiliencia, que también, que es la capacidad de continuar, pero yo creo que la inconsciencia es el Trigger, es ese punto que te dice oye, tú, aunque tenga que cambiar 20 cosas, voy a continuar.

Y después la resiliencia es lo que te permite recorrer el camino con cierta fortaleza y adaptabilidad.

Entonces la inconsciencia para mí te acompaña cuando arrancas, te acompaña cuando pivotas y te acompaña en momentos complicados.

Y bien entendida es muy positiva. Lo que pasa es que hay que entenderla como inconsciencia acotada dentro de unos límites de lo que sería la normalidad.

Esta mirada fuera de la realidad es la que ejercitamos los emprendedores, ver otros ángulos posibles en problemas reales”.

Como dice Sergi, la inconsciencia es algo inherente a todos los emprendedores, pero seguramente no es algo que tenga tanto protagonismo como la resiliencia, la adaptabilidad, la comunicación o el liderazgo.

Creo que sin inconsciencia no habría, muchas veces, emprendimientos. Esta inconsciencia tiene varios ángulos, se me ocurren tres concretos:

  1. Inconsciencia conectada con la visión: pensar en solucionar un problema sin limitaciones

  2. Inconsciencia conectada con la ilusión: iniciar un proyecto con mentalidad positiva.

  3. Inconsciencia conectada con los hechos: los datos nos indican que son pocos los proyectos que llegan a buen puerto.

Un emprendedor piensa que a través de sus productos, solucionará un problema real con su empresa y que todo irá bien. Aquí hay un punto de inconsciencia que lo enmascaramos con una buena visión, un business plan y mucha ilusión.

Según cómo, un exceso de conciencia relacionado con lo que conlleva emprender, haría que algunos de los grandes proyectos que han mejorado el mundo significativamente, no existieran.

La inconsciencia de montar Atrápalo.

Cuando decidimos montar Atrápalo, una de las preguntas que nos hicimos fue ¿Y si nos sale mal?¿Qué pasa si fracasamos?

La respuesta que nos dimos fue que si nos la pegábamos, (a nadie le gusta irse al traste), por lo menos habríamos aprendido a cómo no hacerlo.

Emprender es aprender “a la brava”, es el mejor sistema de desarrollar talento “haciendo”. Esta idea es quizás el más poderoso de los antídotos contra el miedo al fracaso; tanto si éste ocurre como si no, al final, te vuelves más sabio.

Superar el miedo a fallar se combate con valentía, supone lanzarse y hacerlo a pesar de las dificultades, deambulando por campos del conocimiento que no se dominan y que muchas veces requieren de un poco de inconsciencia.

Tener un cierto grado de sana inconsciencia fue lo que nos permitió crear Atrápalo y empezar a vender viajes a través de internet sin tener ni código IATA, requisito básico para poder operar, y sin conocer la operativa propia de ese mercado.

Veníamos de campos profesionales tan alejados como la banca, la industria de gran consumo o un servidor de internet. Por eso al principio nos asociamos con una pequeña agencia que nos permitió salvar los requisitos legales y de conocimiento.

Sin embargo, a los pocos meses, esa agencia nos rogó romper el acuerdo porque les inundamos con montañas de facturas que les dejaban un margen tan ridículo por la venta de viajes “Low cost” que prefirieron cortar relaciones.

Los dos modelos de negocio resultaron incompatibles. Para cuando nos invitaron a dejarles, ya habíamos conseguido el IATA y contábamos con un incipiente equipo de agentes que dominaban la operativa, con lo que accedimos y empezamos nuestra andadura solos.

Otras historias de inconscientes.

Cuando analizamos a grandes empresas o proyectos de todo tipo que marcaron una diferencia, descubrimos una sana inconsciencia en su génesis, por citar algunos ejemplos:

Amancio Ortega, Sita Murt, Sara Riff o Richard Branson; son grandes emprendedores de éxito que tienen en común haber tenido la inconsciencia de empezar en sectores que no dominaban del todo, algunos fracasaron en sus primeros intentos, pero mantuvieron la posición o regresaron a ella después de haber sido lanzados a la cuneta.

Más pronto o más tarde, todos llegaron hasta el final gracias a la barra que les permitió beneficiarse, como al equilibrista, del principio de estabilidad.

Jobs, el equilibrista.

Steve Jobs, cofundador de Apple, aunque no tenía experiencia previa en el campo de la tecnología de la computación, su falta de conocimiento específico del sector, le permitió ver las cosas de una manera diferente y crear productos innovadores como el Macintosh, el primer ordenador personal con una interfaz gráfica de usuario fácil de usar.

Esto revolucionó la forma en que las personas interactúan con las computadoras y sentó las bases para la tecnología de hoy en día. En otras palabras, su falta de experiencia específica en el sector tecnológico y su admiración y conocimiento por la caligrafía, le permitió aplicarla a los ordenadores, ser innovador y crear algo nunca antes visto. Añadió belleza a la funcionalidad.

Miuccia al rescate de Prada

Miuccia Prada, la diseñadora y empresaria italiana, no fracasó en su primer intento empresarial. De hecho, ella comenzó su carrera en la empresa de su familia, Prada, una marca de lujo que se había establecido en 1913. Sin embargo, en la década de 1970, la marca había perdido su brillo y estaba en un declive financiero.

Miuccia, que había obtenido una formación en antropología y había trabajado como paracaidista, tomó las riendas de la empresa en 1978 y comenzó a experimentar con nuevos diseños y materiales. En 1983, ella lanzó su primera colección de ropa de mujer bajo la marca Prada, y su enfoque en la calidad y el minimalismo pronto atrajo la atención de la prensa especializada.

A partir de ahí, Prada se convirtió en una de las marcas de moda más influyentes y reconocidas a nivel mundial. Miuccia ha sido elogiada por su visión innovadora y su capacidad para reinventar constantemente la marca, manteniéndola a la vanguardia de la moda y el lujo.

El caso Homes & Twain, o ¿Cuál es el grado de inconsciencia óptimo?

El punto en el que dejamos de hablar de inconsciencia y hablamos de locura y que convierte al emprendedor en temerario, es cuando se ponen en riesgo valores superiores, como por ejemplo la salud de la persona o de la familia.

También lo es cuando a pesar de las evidencias que le insisten que su propuesta es fallida, el emprendedor se empeña en seguir adelante sin medir las consecuencias.

Es lo que le pasó a Elizabeth Holmes, fundadora de Theranos, una compañía de diagnóstico en sangre. Elizabeth arriesgó su empresa y su fortuna personal, para que finalmente en 2018 tuviera que cerrar su empresa porque se evidenció que la tecnología de diagnóstico que aplicaba, era un fraude.

A Mark Twain le pasó algo parecido, el famoso autor se enriqueció con sus novelas y obras de teatro, creando su propia editorial y encargándose además de la distribución de sus obras.

El problema es que debido a una gestión temeraria, acumuló una gran deuda, que sumada a sus problemas financieros personales, le obligaron a vender sus derechos de autor.


RECURSOS INTERNOS

En esta sección, te propongo ejercicios y referencias para que trabajes en tu cuaderno de notas. Se trata de que puedas desarrollar esta cualidad de la que estamos hablando.


¿De qué manera desde tu mirada como outsider le puedes aportar algo nuevo a un negocio? Te invito a pensar en cinco negocios de los que no sepas nada e intenta aportar una innovación desde una mirada externa, aplicando tu propio conocimiento.

A veces la mirada externa puede otorgar una oportunidad nueva a un modelo de negocio tradicional. ¿Por qué es un valor ése nivel de inconsciencia aplicada? precisamente porque aporta innovación.


AHORA TÚ

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En la siguiente encuesta te animo a que dejes tu opinión; iremos construyendo entre todos un indicador de las principales habilidades y miedos del emprendedor.

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El emprendedor ha de combinar una sana inconsciencia para emprender sin llegar a la temeridad de caminar sin una barra que le otorgue estabilidad, sin arriesgar valores superiores de su entorno familiar o su propia salud.

Disculpad si hoy el texto me ha salido un poco más largo, en el próximo envío: “Coherente”, trataré de ser más breve.

Nos vemos.

Nacho


RECURSOS EXTERNOS

En esta sección recopilo todos los enlaces recomendados y te ofrezco contenido complementario para que amplíes la información. Los podrás encontrar en la descripción de este capítulo.


Te recomiendo dos películas:

"The Pursuit of Happyness", de 2006, que cuenta la historia de Chris Gardner, un vendedor ambulante en San Francisco que eventualmente funda su propia correduría de bolsa.

Kon-Tiki“, de 2012 dirigida por Joachim Rønning y Espen Sandberg. Su argumento se centra en la extraordinaria expedición homónima realizada en una balsa por el explorador noruego Thor Heyerdahl en 1947 a lo largo del océano Pacífico, desde Sudamérica hasta la Polinesia.

Y por último, te comparto un interesante listado de emprendedores que hicieron su fortuna después de los 50, cuando muchos de ellos no tuvieron más remedio que reinventarse.


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