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Pensador crítico [Pódcast]

En Emprendizajes hago una revisión personal sobre el perfil del emprendedor con reflexiones, recursos y herramientas para el que quiera emprender o simplemente aprender.

¿Qué tiene que ver una cebolla con un emprendedor? ¿Cómo utiliza el emprendedor el pensamiento crítico de Sócrates para cumplir su objetivo? ¿Qué herramientas utilizan los emprendedores para optimizarlo?


Esta ilustración de una cebolla multicolor está inspirada en la portada de un fantástico libro de cocina titulado “Sabores” del cocinero israelí afincado en Londres Yotam Ottolenghi.

Morder una cebolla cruda puede resultar una de las experiencias más desagradables para el paladar, pero tras pocharla con mimo a fuego lento, su sabor suele resultar extraordinario. Parece que el ilustrador haya querido captar la versatilidad de los matices de esta hortaliza con el despliegue de una gama de colores que la pálida cebolla carece en sí por completo; pues algo así ocurre con el pensamiento crítico, depende de la habilidad que se tenga en cómo ejercitarlo, el resultado puede ser desastroso o revolucionario. El buen emprendedor parece que da con el punto exacto de cocción de esta sugerente habilidad.

El tábano de Atenas

A Sócrates le llamaban el tábano de Atenas porque con su método conseguía azuzar conciencias y despertar mentes. Su estilo de vida fomentaba una actitud crítica constante hacia todo lo que le rodeaba.

Partía del conocimiento de su época y a partir de ahí, lanzaba sus preguntas a quien tuviera a bien escucharlas, y a fuerza de cuestionar principios, valores y normas, sus discípulos acababan cambiando la percepción de la realidad que hasta entonces tenían por aceptada.

El emprendedor se hace también preguntas constantemente acerca de lo que le rodea con el fin de mejorarlo. No lo puede evitar.

Es un modo de mirar

“La belleza está en los ojos del que mira” afirmaba el filósofo Francis Bacon. Un gran ejemplo de ello es André Ricard, el multipremiado diseñador industrial barcelonés, experto en producir objetos bellos para que los miren. André aplica su entrenado nervio óptico en todo lo que le rodea, siempre con un espíritu crítico/constructivo, con el objetivo de innovar y crear experiencias estéticas y funcionales.

En una entrevista, afirmaba que el Iphone y el Ipad estaban mal diseñados. Tal cual. La prueba irrefutable de su argumento era que fácilmente estos artilugios se te resbalan de las manos y de ahí, la floreciente industria de fundas, capas adhesivas protectoras de pantallas y carcasas, para remediar los estragos de un mal diseño que obvia la necesidad de poder agarrar el teléfono con una mínima confianza.

Quizás tendríamos que ponernos de acuerdo sobre lo que es diseño, para mí diseño es hacer que las cosas que utilizamos lo que llamo objetos-útiles, así con un guión, funcionen lo mejor posible y estén lo mejor resueltos.

La arquitecta Victoria Garriga respecto a esta capacidad de André de mirar y pensar de forma crítica nos dice:

Tengo lo que tengo y yo lo utilizo como como puedo, y eso nos pasa muchos, que no cuestionamos nuestro día a día porque lo damos por bueno. Pero él tiene esa capacidad de observación intensísima de lo que no funciona bien de la realidad para hacerlo funcionar mejor y ese esfuerzo, ese trabajo intensivo de análisis del funcionamiento de las cosas, es lo que le permite luego detectar los problemas y luego darle respuesta. Muchas veces los demás es que no detectamos esos problemas o sea, que lo que tenemos, lo damos ya por bueno y no te planteas ni siquiera que pueda llegar a ser mejor.

La capacidad de observación de un emprendedor, su análisis de lo que no funciona, le lleva a exigirse con esfuerzo y diseñar una solución que a veces es tan disruptiva que revoluciona todo un mercado.

Juan, un emprendedor con pensamiento crítico dual

Juan Umbert, en el pico más duro de la pandemia, organizó una flota de coches que llevaban comida a gente que dormía en la calle que esos días se encontraron con los comedores sociales cerrados. Al proyecto lo llamó Food for Good. Activó todos los contactos que tenía y ayudó a quienes la pandemia les atrapó en la peor situación.

Pero Juan ya venía entrenando su pensamiento crítico desde hacía tiempo, lo hacía cada día para sacar adelante a su empresa Makeat, que busca revolucionar la gastronomía usando lo último en tecnología, y ahora nos deja una interesante distinción entre un pensamiento crítico racional, necesario para llevar a cabo una empresa y uno más emocional, que nos impulsa a reaccionar ante situaciones más extremas.

Como bien sabes ser emprendedor se hace desde el alma, se hace desde el corazón, o si no cuesta mucho entender el propósito, sabes que no es un camino fácil y a la vez es el único camino que creemos que se puede hacer si eres empresario. El pensamiento crítico yo lo abordo desde la lógica, desde la objetividad, ¿a qué me refiero? pues que tienes que saber dónde te metes en cada momento, me refiero a que tienes que saber analizar cada proyecto y cada acción de manera individual, sabiendo sus consecuencias, los recursos que vas a poder dedicar, que retorno vas a tener etc… es decir, es esta capacidad de análisis, de ahí lo de crítico, porque al final es completamente objetivo. Por ejemplo Makeit [ mi empresa en la que busco revolucionar la gastronomía a partir de la tecnología ] cuando nos dedicamos a la innovación [utilizamos el pensamiento crítico] al escoger los proyectos dentro de la capacidad productiva que más nos interesa, que más nos hace aprender o que más retorno obtiene. Esto es algo que llevamos practicándolo con los años y es algo que nos está ayudando mucho a definir nuestro camino.

En el proyecto de Food For Good en cambio, fue algo completamente diferente, nos vimos en una situación de pandemia mundial donde la gente se había encerrado en casa pero había mucha gente que no tenía casa para encerrarse, entonces, literalmente se estaban muriendo de hambre. En ese momento el pensamiento crítico fue el decirnos “oye, hay que hacer algo, da igual si hay pandemia, aunque nos pueda afectar el COVID, hay que mover el culo y hay que ponerse a hacer comida que los homeless, los amigos de la calle están sin comer.”

Empezamos a llamar a todos los amigos, gente que tenía restaurantes, que nos dejaban sus cocinas, cocineros que querían cocinar pero estaban en su casa, gente que quería venir haciendo voluntariado y bueno pues, si esto pasó un día vente para que me entiendas, el 22 ya estábamos recogiendo comida de todos los restaurantes de Barcelona, dándonos de alta como transformadores de alimentos, pidiendo dinero a familias y amigos para comprar packaging, recibiendo la comida y transformándola y hablando con todas las entidades Cruz Roja y con el máximo de de gente posible para dar comidas. Acabamos a un ritmo de 1.200 comidas al día. Yo creo que es eso es inconformismo o esas ganas de hacer las cosas bien que que nos llevaron a saltar de la cama y a ponernos manos la obra y lo volvería a hacer una y mil veces sin duda ha sido uno de los proyectos más duros pero más bonitos de nuestra existencia y y sobre todo porque ayudamos y eso no tiene precio.

En ese momento [el pensamiento crítico] fue mucho más emocional, desde un sentido de urgencia que de análisis.

Por lo tanto creo que el pensamiento crítico es un skill que cualquier persona que se dedique a emprender tiene que tener. Y es esa capacidad de análisis, es como un filtro constante, es una habilidad vital, no sólo es información todo lo que recibimos constantemente, sino que tenemos que tener un filtro para llegar siempre a la mejor decisión posible. Todos tenemos un tiempo limitado por lo tanto mientras más decisiones acertadas tomes, antes llegarás al camino.

Algunos pensadores críticos populares

Si nos fijamos en emprendedores mundialmente conocidos que han demostrado un espíritu crítico revolucionario e inspirador, podríamos empezar por citar a Elon Musk, que no se conformó con las soluciones tradicionales a problemas globales, al cuestionar las industrias de transporte y energía con Tesla (autos eléctricos) y SolarCity (energía solar), así como la exploración espacial con SpaceX. Con esta última, desafió la noción de que solo los gobiernos podían desarrollar tecnologías espaciales y logró abaratar costos con cohetes reutilizables. Siguiendo la senda de los archifamosos, Steve Jobs desafió la forma en que las personas interactuaban con la tecnología al priorizar el diseño y la simplicidad en los productos de Apple y cambió industrias enteras (computación personal, música digital, telefonía móvil) con productos como el iPhone y el iPod. Jobs enseñó que cuestionar lo ordinario puede llevar a lo extraordinario. Su frase célebre: “Piensa diferente” resume su pensamiento crítico. Reed Hastings (Netflix) transformó la industria del entretenimiento al cambiar la forma en que consumimos contenido, sino que también obligó a grandes estudios y canales a reinventarse. Muhammad Yunus (Grameen Bank) cuestionó las estructuras tradicionales de los bancos que negaban préstamos a los más pobres. Yunus ideó un sistema de microcréditos para empoderar a comunidades marginadas, especialmente mujeres. Cambió la percepción global sobre la capacidad económica de los más desfavorecidos, sentando las bases de los negocios sociales. Yunus muestra que el espíritu crítico no solo sirve para generar ganancias, sino también para resolver problemas sociales profundos.

Todos estos emprendedores son ejemplos vivos de cómo cuestionar el status quo y al ejercitar todos ellos el pensamiento crítico consiguen transformar industrias, crear otras nuevas y disruptivas e inspirar a generaciones de futuros emprendedores.

Un consejo

Tanto en la empresa que co-fundé, como en otras en las que he invertido, resulta imprescindible contar en el equipo con alguien que desarrolle el rol de pensador crítico, y que deliberadamente, incomode a equipos o directivos, excesivamente complacientes. A veces simplemente es necesario decir “¿Estamos realmente seguros?” y dejar que el silencio haga el resto.

El emprendedor es un pensador crítico y no un cenizo, esta habilidad invita a la reflexión y a cuestionar el proyecto en su contexto, pero no a desmotivar ni echar por tierra de manera sistemática las aportaciones del equipo. Se trata de activar alertas e invitar a abandonar el “status quo”, siempre con la meta de motivar a alcanzar la excelencia. La confrontación controlada es sana. Conseguir ser acicate sin generar encendidas disputas, lograr el punto justo de cocción, es una habilidad muy valiosa.


RECURSOS INTERNOS

En esta sección, te propongo ejercicios y referencias para que trabajes en tu cuaderno de notas. Se trata de que si quieres, puedas desarrollar esta cualidad de la que estamos hablando.


La pregunta como disparador.

Haz una lista de algunas cosas que damos por hechas, y que forman parte de la realidad aceptada. Cuestiónalas, piensa en una realidad en la que no se incluya alguna de esas cosas, o cámbiala como a tí te gustaría que fuera. La siguiente técnica sirve de ejemplo para este ejercicio:

What if?

La técnica del “What if” sirve para generar ideas disruptivas que cuestionan la lógica o el statu quo de una problemática. Esta técnica pasa por identificar patrones , y diferentes hipótesis “¿Qué pasaría sí…? y generar nuevas ideas disruptivas a partir de la nueva información. Te recomiendo el excelente libro Desingpedia, en el que encontrarás una recopilación de 80 herramientas estructuradas para la resolución de problemas y construir tus ideas y “What if” es una de ellas.

Adquirir el pensamiento crítico es un proceso que se ejercita; aquí seis estrategias para conseguirlo:

1. Desarrolla una mentalidad de curiosidad

  • Qué hacer: Haz preguntas constantemente. Por ejemplo, pregúntate: ¿Por qué esto funciona así? ¿Hay una mejor forma de hacerlo?

  • Práctica: No aceptes información como válida solo porque viene de una fuente confiable. Explora diferentes perspectivas y busca más datos.

2. Piensa desde múltiples perspectivas

  • Qué hacer: Intenta entender los diferentes puntos de vista sobre un tema, incluso aquellos con los que no estás de acuerdo.

  • Práctica: Imagina cómo otra persona abordaría un problema y busca las fortalezas o debilidades de esa perspectiva.

3. Desarrolla habilidades para resolver problemas

  • Qué hacer: Identifica un problema, desglósalo en partes más pequeñas y analiza las posibles soluciones desde distintas perspectivas.

  • Práctica: Pregúntate: ¿Cuál es la causa raíz? ¿Qué consecuencias tiene cada solución posible?

4. Acepta la incertidumbre y mantente flexible

  • Qué hacer: Reconoce que no siempre tendrás todas las respuestas y que cambiar de opinión ante nueva evidencia es una fortaleza, no una debilidad.

  • Práctica: Evalúa tus conclusiones periódicamente y adáptalas si encuentras datos más sólidos o perspectivas más completas.

5. Rodéate de personas con pensamiento crítico

  • Qué hacer: Busca conversaciones con personas que desafíen tus ideas de manera constructiva.

  • Práctica: Participa en debates, grupos de estudio o comunidades que valoren la reflexión y el análisis crítico.

6. Practica constantemente

  • Qué hacer: Incorpora el pensamiento crítico en tu vida diaria, desde decisiones pequeñas hasta análisis de temas complejos.

  • Práctica: Cuestiona noticias, anuncios, políticas o incluso decisiones personales. Usa tu capacidad crítica para evaluar cualquier situación.


AHORA TÚ

En esta sección te invito a participar y enriquecer con tus aportaciones el contenido de Emprendizajes.



RECURSOS EXTERNOS

En esta sección recopilo todos los enlaces recomendados en este número y te ofrezco contenido complementario para que amplíes la información de este capítulo.


Aquí puedes comprar el libro de cocina “Sabores”.

Por si quieres tener una pincelada de 8 minutos sobre Sócrates y su método Socrático.

La entrada en la wikipedia de André Ricard Sala y la entrevista completa donde habla sobre su trayectoria como diseñador. Aquí otro vídeo donde resume su filosofía de pensamiento crítico.

Conoce más a Juan Umbert, su empresa Makeat con un vídeo de presentación y su proyecto Food for Good.

Para conocer la técnica del “What if” puedes hacerte con el fantástico libro Designpedia de Juan Gasca y Rafael Zaragoza.


La cebolla es el ingrediente clave en un montón de cremas y platos ya que consigue que los otros sabores queden ligados dando lo mejor de sí. El pensamiento crítico es la habilidad que logra, en su justa medida, cuestionar la realidad con el fin de mejorar lo presente, y por si fuera poco, otorga a aquel que la entrena, el don de la practicidad, esencial para sacar adelante el proyecto que sea. Y esto nos lleva al siguiente término del glosario: “ejecutor”, un breve análisis de esta habilidad del emprendedor, que hace que las cosas ocurran.

Nos vemos en el próximo correo.

Nacho.


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