¿Qué tiene que ver un restaurante con el optimismo de un emprendedor? ¿Cuándo hay que ser optimista y hasta qué punto? ¿Qué herramientas utilizan los emprendedores para fomentarlo?
Prefiero rodearme de gente optimista, quizás porque desprenden una energía que hace más llevaderos los esfuerzos de cualquier aventura emprendedora hacia el éxito, sobre todo al principio.
Un sorbo de cultura
El término deriva del latín optimum, que significa "lo mejor". Ser optimista, en el sentido típico de la palabra, es esperar el mejor resultado posible de una situación determinada.
¿No es ese acaso el espíritu del emprendedor?
La variación en el optimismo entre las personas es algo heredable y refleja en cierto grado un rasgo biológico. Somos optimistas por naturaleza.
Pero…
El optimismo de una persona también está influido por factores ambientales, incluido el entorno familiar y social. Esto significa que podemos entrenar en el marco de nuestras emociones para aprender a ser optimistas.
En la pintura y la literatura la oposición entre optimismo y pesimismo se expresa en el tópico de Demócrito y Heráclito, filósofos que representan al optimismo y el pesimismo en dos pinturas en las que se retratan, riendo el primero y llorando el segundo. Quizás no viste las obras, pero si reconocerás esas dos caras del emprendedor cuando las cosas van mal, o van bien.
Es un modo de mirar que contagia
Desde luego que un emprendedor suele mirar la vida bajo su prisma más favorable, y es que le va la vida en ello; si acaba de hipotecar su casa y convencer a sus amigos para que inviertan en su idea, es porque ha logrado ver su proyecto con buenos ojos, y además ha sido capaz de contagiar esa energía y embarcar a otros en la aventura.
Un emprendedor optimista
David Backstrom está lleno de esa energía. David es un emprendedor en serie de origen sueco que lleva viviendo en España más de veinte años. Sequra, un método de pago flexible para comercios electrónicos, es la cuarta empresa que monta con éxito.
David me comentaba durante una comida en el restaurantes Flax & Kale, uno de sus restaurantes favoritos, algunas buenas ideas para mejorar la muy esquiva fidelidad de los clientes en el sector de los viajes. Por ejemplo, un usuario que compra un billete de avión, ha estado, de media, en otras tres webs de la competencia. Como suele ocurrir cuando aparece en la conversación un reto susceptible de mejorarse, mi amigo David empezó a disparar algunas ideas para optimizar la fidelización de los usuarios; entró en modo brain storming.
Pero lo que ocurrió al final de la conversación me descolocó, porque David acabó diciendo: "Pero claro Nacho, todo lo que te acabo de decir nace de mi típico optimismo no informado". ¿Optimismo no informado? ¿Qué quieres decir con eso?
David Backstrom: El optimismo no informado diría que es el estado donde estamos los emprendedores el 80% del tiempo, es decir; con un poco de éxito, un poco de información, un poco de las cosas que van yendo hacia tu sueño. Interpretamos que esto va a ser la bomba y vamos a dominar el mundo y lo que sea ¿no? Es un empuje orgánico que es importante que tengamos y lo único que hay que tener en cuenta es que, a menudo, sentimos este optimismo aunque no estemos suficientemente informados porque hay muchas barreras que no queremos ver. Es decir, es un concepto muy positivo pero que también hay que ir con cuidado en ciertas decisiones si estás plenamente emergido en el optimismo no informado.
Caminando de regreso a la oficina, pensé que ese optimismo respondía bien a su actitud ante la vida. Pero decir que el optimismo no informado responde a un “empuje orgánico” explica algo mucho más sugerente. He estado buscando algún otro término que exprese esa idea y no lo he encontrado, con lo que probablemente David acuñó “optimismo no informado”, fruto de su experiencia.
Mi experiencia
A lo largo de los últimos veinte años he tratado con muchos emprendedores y la realidad me dice que el optimismo es un rasgo que se cumple en todos ellos.
Volviendo al contexto del restaurante en el que estaba con David, que dijera que su optimismo era del tipo “no informado” resulta revelador, ya que muchas veces es precisamente esa falta de información la que consigue extrapolar soluciones imaginativas de un sector, por ejemplo el suyo, relacionado con la banca online, a otro, el de los viajes, y al hacerlo, aportar una innovación.
Si has estado con un grupo de emprendedores, sabrás que es muy fácil reconocerlos. Por ejemplo, si están cenando en un restaurante recién inaugurado, puede que les escuches decir:
-Está muy bien el local ¿eh? pero yo hubiera puesto la barra un poco más aquí ¿no te parece?
-Si, la verdad es que tendrían más espacio para poner más mesas.
-Y la luz ¿qué opinas?
-Que es una pena que la hayan puesto en el techo.
- Estoy de acuerdo, si hubieran puesto unos veladores, resultaría mucho más cálido.
No lo pueden evitar. Buscan constantemente mejorar lo presente.
El emprendedor optimista, en este sentido, y aunque parezca contradictorio, parte de una insatisfacción, de una mirada critica, tiene una habilidad para ver lo que no funciona, siempre con una perspectiva constructiva.
Creo que para entender cuáles son los resortes que mueven a un emprendedor es útil profundizar en la actitud con la que escogen funcionar por la vida, y parece que el optimismo es uno de los rasgos que impregnan su estilo de vida.
¿Un emprendedor es siempre optimista? ¿Cuándo hay que serlo y hasta qué punto?
Contestando a esto David nos decía:
Es un concepto muy positivo pero también hay que ir con cuidado sobre todo en ciertas decisiones si estás plenamente emergido en el optimismo no informado.
Un consejo
En la etapa inicial de cualquier proyecto el emprendedor afronta tantos obstáculos y retos, que, o tiene una mirada optimista o puede quedarse paralizado. Diría que al principio el optimismo ha de predominar para contrarrestar a los saboteadores internos que harán lo posible por que no salga de su zona de control conocida y segura. A medida que el proyecto avanza, lo ideal es contar con alguien dentro del equipo que le ayude a medir hasta qué punto seguir siéndolo y arriesgar, o ser prudente y avanzar con pies de plomo. Los resultados que vaya obteniendo tanto si son éxitos como fracasos, irán afinando el justo equilibrio entre el sano optimismo y una actitud realista.
RECURSOS INTERNOS
En esta sección, te propongo ejercicios y referencias para que trabajes en tu cuaderno de notas. Se trata de que si quieres, puedas desarrollar esta cualidad de la que estamos hablando.
¿Qué herramientas utilizan los emprendedores para fomentarlo?
La psiquiatra Marían Rojas Estapé en la entrevista sobre su libro “Cómo hacer que te pasen cosas buenas” afirma que está científicamente probado que la actitud previa ante cualquier situación en la vida, ya sea una entrevista de trabajo, una cita o un examen, determina el resultado y explica algunas claves de cómo conseguir esa actitud optimista.
La clave es cómo yo me hablo de esas cosas que me están sucediendo. Si yo me hablo en negativo de todo lo que me sucede, porque a veces las cosas que nos suceden son muy dolorosas, eso influye en cómo yo voy a ser capaz de gestionarlo. ¿Se puede educar el optimismo? Se puede educar el optimismo. Tenemos esa neuroplasticidad maravillosa con esa frase de Ramón y Cajal, nuestro querido premio Nobel de Medicina, que decía todo ser humano, si se lo propone, ahí está la clave, si se lo propone, puede ser escultor, de su propio cerebro. ¿Por qué así se lo propone estar importante? Porque esa es la parte de actitud, de yo arranco y lo intento. Si yo soy de los que piensa que el optimismo no sirve para nada, nunca me lo propondré. Y para eso lo primero es identificar cómo me trato, identificar cómo hablo en general, cómo es mi discurso, cuál es el tipo de palabras que yo suelo emplear. ¿Soy de los que siempre estoy hablando en negativo, criticándolo todo juzgando o intento que haya un discurso un poco más neutro o positivo. ¿Cómo hablo de los demás?¿Cómo hablo de mis decisiones, de mi pasado, de mi presente, de mi futuro? Empezar a visualizar cosas buenas de la vida.
También nos llena de esperanza el artículo de la revista Yorokobu “A ser optimista también se aprende”, escrito el 20 de abril del 2020, en pleno confinamiento. Y es que por muy negro que parezca todo, siempre podemos escoger y decidir quedarnos con lo más esperanzador.
Ejercicio: te propongo dedicar un rato al acabar el día a cultivar la gratitud, que es la hermana gemela del optimismo. Por ejemplo, revisa todo lo bueno que te ha sucedido durante el día: “hoy me ha llamado mi hermano que hace semanas que no hablaba con él, o agradece el haber conseguido terminar aquello que se te resistía tanto”.
AHORA TÚ
En esta sección te invito a participar y enriquecer con tus aportaciones el contenido de Emprendizajes.
En este mapa mental verás los principales conceptos que he expuesto en el post. Si quieres completarlo, adelante.
En la siguiente encuesta te animo a que dejes tu opinión. Iremos construyendo entre todos un indicador de las principales habilidades del emprendedor.
RECURSOS EXTERNOS
En esta sección recopilo todos los enlaces recomendados en este número y te ofrezco contenido complementario para que amplíes la información de este capítulo.
Aquí puedes conocer y saber más sobre David Backstrom y su empresa Sequra y una entrevista a David sobre sus 8 fases del éxito a la hora de emprender.
Uno de los restaurantes favoritos de David Flax & Kale con su historia de emprendimiento que comenzó hace más de 40 años en Lleida. Y no, no soy accionista.
Aquí puedes escuchar la entrevista de radio de Marian Rojas sobre ¿Cómo hacer que te pasen cosas buenas? y un vídeo de 7 minutos “Se puede educar el optimismo”.
Aquí la excelente revista Yorokobu con el artículo “A ser optimista también se aprende” .
Estos son los resultados de una interesante encuesta de Sigma Dos para Gallup International Association sobre el ranking de los países más y menos optimistas.
Simon Sinek aparte de ser un excelente comunicador, es el fundador de The Optimistic Company. Te invito a que te pases por su web y te dejes ilustrar por él.
Y acabo este correo pensando en cómo voy a relacionar el optimismo emprendedor con el segundo concepto del glosario, que es el de "pensador crítico". Parecen dos términos opuestos. ¿Pueden convivir en una misma persona? Se antojan antagónicos, pero ¿realmente lo son? Yo creo que no.
Nos vemos pronto.
Nacho.
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